Es que me aferro tanto a lo que parece no ser para mí,
me aferro a moldear una bola de plastilina que cuando tiene un poco de calor, vuelve a ser no más que una bola de plastilina...
Esta vez utilicé palillos, una palita para masa, utilicé pinzas y demás,
parecía que lo estaba logrando... pero la plastilina volvió a ser la misma cosa amorfa de siempre...
Qué derecho tengo en amoldar una masa destinada a ser moldeada muchas veces más,
qué derecho a querer que permanezca como yo lo deseo, limitándome incluso a poder volver a moldearla?
No hay comentarios:
Publicar un comentario